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Biogénesis y astrología. Demetrio Santos |
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Definiciones: El fotón es un quantum de radiación formado por un tren de ondas electromagnéticas, se produce en las transformaciones atómicas y moleculares. Espectro es un grupo de fotones ú ondas de diversa longitud que componen el conjunto de la radiación. El espectro luminoso visible va de 380 a 760 nm., el electromagnético abarca muchas mas.(1) Fotoperíodo: sobre el suelo terrestre, la luz de una astro varía en intensidad y color, por el giro de la Tierra y por el movimiento del astro, el período de repetición lo llamamos fotoperíodo. Espectro fotoperiódico: de la anterior se deduce que es el conjunto de fotoperíodos de los distintos astros. Principios astrológicos: La astrología estudia la influencia del ambiente sobre el ser vivo y en especial el creado por los astros, y dado que en ello intervienen dos factores, el ente biológico y el ambiente exterior, podemos establecer los siguientes principios: 1º.- El ambiente forma y modifica el ser viviente. 2º.- La gama de radiación de la luz constituye el influjo principal. 3º.- Cada estructura biológica sintoniza un ambiente exterior propio de ella. 4º.- El gradiente o variación ambiental es la causa de la evolución biológica. 5º.- El ente biológico se independiza en cierto grado del ambiente adquiriendo sus propios ritmos.
1.- La astrología es la única disciplina que puede explicar la formación de la vida, pues estudia las influencias capaces de constituir los gérmenes de ella en algún lugar del Universo, de condiciones más variadas que las que se dan en la Tierra misma, aunque luego se hayan de desarrollar en ésta. Sabemos que hay moléculas en el espacio cuya formación y subsistencia es imposible en las condiciones terrestres. En la búsqueda de la verdad hay que tener en cuenta la intuición, conocimiento de la realidad donde intervienen sensaciones y datos supralógicos integrados por el individuo en todos sus planos: orgánicos, genéticos é incluso moleculares, estos últimos captados ó incluidos en la formación de las primeras moléculas de la vida. Característica de lo biológico es el crecimiento, y si la molécula biológica ha de crecer, aumentar en complejidad para continuar la vida, deberá incorporar nuevos átomos, enlazados éstos mediante los correspondientes fotones los cuales siempre proceden de los astros.
2.- Deberíamos empezar definiendo qué es el salto cuántico de la vida. Esta es fácil de entender en organismos superiores, con su autorreproducción y propagación en el medio que los alimenta. Pero cuando retrocedemos a los pasos primeros, la dificultad para distinguir una estructura mineral de la biológica va en aumento. En efecto, hoy se estudian los priones que producen enfermedades de lenta evolución (alteraciones moleculares). Criterio definidor de la vida es la autorreproducción, pero los priones no la tienen, en cambio sí se multiplican, infectan y transforman otras proteínas normales del organismo. Planteado así demos un segundo paso: ¿qué diferencia en su acción, salvo su mayor sencillez química, hay entre tales moléculas/priones y un simple catalizador mineral? Básicamente la vida sería una catálisis sobre el medio ambiente: la leña de un bosque es el ambiente, la chispa que inicia el fuego es el germen catalítico de la transformación. La diferencia que encontramos entre ambos ejemplos es el grado y clase del catalizador: el de la vida compleja sería un catalizador orgánico de una determinada composición, dependiendo de su papel de la ordenación de los átomos. Pero astrológicamente la vida ha de verse como un continumm, pues la construcción del organismo ha de abarcar desde la influencia cósmica é impersonal de la radiación, hasta los fotoperíodos que sintonizan y mantienen los organismos complejos. La experiencia tradicional ha hallado una sintonía planetaria (espectro y fotoperíodo) en el orden siguiente de períodos: Júpiter = sistemas orgánicos Saturno = bacterias y microbios en general Urano = genes, virus y organismos similares Neptuno = moléculas complejas, catalizadores orgánicos (priones) Plutón = catalizadores inorgánicos, iones, moléculas o compuestos químicos más sencillos. Siguiendo la serie, algunas enfermedades consideradas psíquicas, como las epidemias de suicidios, provendrían de que el organismo en desequilibrio (químicamente con radicales libres) absorbería del ambiente mismo donde existen, elementos químicos nocivos (radicales complementarios), al igual que, en otros casos, atrae los microbios que llegan a infectarlo, y causan una alteración molecular productora de la enfermedad psíquica. El otro problema es qué entendemos por creación de un ser viviente ó especie. Si un virus experimenta una mutación, el nuevo virus es consecuencia del anterior, pero ha sido creado como ente distinto: un fotón, p. ej. , proveniente del exterior, ha alterado la estructura molecular previa, y por ello ha habido una creación gracias al influjo exterior.
Una casita: 3.- Vamos ahora a construirnos una casita; sin pretensiones, elemental. El sitio elegido no podría ser el centro de una autopista, porque los vehículos impedirían trabajar. Tampoco una plaza urbana, donde los transeúntes estorbarían el trabajo, escogemos un lugar aislado, tranquilo, donde con escasos medios podremos comenzar la obra. Tampoco vamos a traer una veintena de obreros, arquitectos, etc.; elegimos simplemente un par de albañiles que conozcan bien su oficio, éstos acumulan arena, cal o cemento y los ladrillos que creen suficientes para la obra, y empiezan su trabajo. Vamos a observarlos: acondicionan y limpian el lugar, construyen unos pequeños cimientos, hacen la argamasa y sobre ellos echan una capa de la masa blanda, luego ponen sobre ella una fila de ladrillos, otra capa de argamasa, y otra fila de ladrillos, sucesivamente, esperando a que la masa fragüe ligeramente y soporte la capa siguiente. Pero no elevan mucho la pared, pues todavía la argamasa y la pared no ofrecen la solidez suficiente. Se lo toman con calma, y acabado el día, se van a descansar, porque de nada serviría añadir más altura, pues lo construido aún no ha fraguado por completo. Alternan así el día y la noche, durante la cual los materiales operan por sí mismos ayudados por el ambiente, la atmósfera, el calor, etc. Tenemos en la construcción dos elementos básicos: los ladrillos como base estructural, y la argamasa, como materia de enlace. Tomemos ahora, en una sala completamente oscura, un matraz o vasija cerrada de vidrio, é introduzcamos en ella dos gases: cloro é hidrógeno. Nada ocurrirá mientras no haya luz alguna; si sacamos la vasija al sol, ocurrirá una explosión al combinarse ambos gases dando moléculas de ácido clorhídrico. Si la intensidad de la luz es menor, se producirá una cantidad del mismo proporcional a la luz incidente en la mezcla. Los fotones han servido para enlazar los átomos de cloro é hidrógeno; tenemos también aquí de una parte los átomos como base estructural, y de otra los fotones como fuerza de enlace, el mismo papel de los ladrillos, la argamasa y el trabajo de los obreros.
4.- Si reflexionamos, veremos
que lo único que hacíamos en la casa era imitar a la Naturaleza.
Estudiemos cómo ésta construye una molécula orgánica, que será
posteriormente la base de una autorreplicadora que es el fundamento de la
vida: elige un lugar aislado del Universo, lejos de los soles cuya radiación
destruiría las moléculas formadas impidiéndolas consolidarse, luego
por sucesivos enlaces mediante el mismo procedimiento, va aumentando el
tamaño y complejidad de la estructura.
Si,
en el ejemplo de la casita, hubiéramos aportado miles de ladrillos, y un
centenar de obreros, en el clásico ejemplo de la regla de tres inversa,
la casa no se habría hecho en solo unos minutos, porque un exceso de
obreros haría que se estorbasen unos a otros, y un exceso de ladrillos
privaría de espacio para el trabajo; además, la argamasa necesita tiempo
y reposo para fraguar. Esto
mismo ocurre en la construcción de la molécula: lo mismo que en la obra
solo precisábamos de dos obreros, en la molécula necesitamos solo
dos fotones (uno rojo y otro azul), pues los demás que llegaran
podrían ser un estorbo; también lo serían otras moléculas diferentes
si tratamos de agrupar moléculas de la misma clase. No hay, por tanto,
efecto estadístico de que enviamos más fotones para que alguno
de ellos dé en el blanco (como el experimento de la descarga eléctrica
que, en una mezcla, produce compuestos carbonados) porque los otros
fotones desbaratan la obra. Por el contrario, los ladrillos, al igual
que los fotones, hay que colocarlos en el lugar preciso y en el
momento adecuado, y dejarlos reposar hasta que la molécula llega a
estabilizarse. Por
ello, contra lo que parece obvio, no será el Sol el astro más influyente
en la construcción de una determinada molécula ó estructura, sino aquél
otro cuyos fotones sintonicen el correspondiente enlace; de ahí que tal
delimitación (color é intensidad) se logra en condiciones de
oscuridad, cuando se han ido restando fotones de otras longitudes de onda,
absorbidos en el trayecto, interviniendo al mismo tiempo el gradiente y
período del astro, debido a su destello y arco de visión. Nótese
por ejemplo que, en algún momento del ciclo diario, la intensidad de Júpiter
supera la del Sol mismo cuando éste se halla bajo el horizonte.(1-b) En
la construcción, pues, de la primera molécula orgánica, hemos
necesitado calma, aislamiento, oscuridad, y los dos fotones de un espectro
específico, desechando el resto, para que enlacen nuevas partículas
a la molécula base. Después, lo mismo que los albañiles, hay que
dejarle tiempo para que la argamasa fragüe, para que la molécula se
estabilice y quede dispuesta a añadirle nuevos átomos para otra
construcción más perfecta.(1-c)
5.- Las construcciones más
complejas y delicadas exigen mayor cuidado y aislamiento, y ejemplo de lo
dicho lo tenemos en los átomos de Rydberg donde, en lugares del espacio
próximos al cero absoluto (escasísima radiación), los electrones pueden
ocupar niveles atómicos imposibles en otro lugar; asimismo en la
profundidad de las nubes galácticas se forman moléculas y compuestos
complejos solo allí posibles. La
aportación de nuevos átomos y enlaces (fotones) va complicando y
perfeccionando la molécula hasta acercarla a la autorreplicativa,
necesaria para el primer paso de vida.
6.-
Hay
que pensar que la única aportación de fotones, en el momento y orden
adecuados, para los nuevos enlaces moleculares/atómicos en la Tierra
proviene de los astros luminosos: Sol, planetas y estrellas según el espectro
de cada uno. No hacen falta, lo mismo que en los ladrillos de la casa,
tampoco gran número de fotones, pero sí aquellos que sirvan para ligar
los componentes. Eran dos los albañiles de nuestra obra, y son
dos los fotones, uno rojo y otro azul, los que servirán para enlazar
los nuevos átomos en el ejemplo. Cada
astro tiene un color específico: los planetas del sistema solamente
reflejan una parte del espectro solar, que suponemos completo. Las
estrellas por su parte, soles distantes, tienen un espectro tanto más
estrecho cuanto más lejanas, ya que en el trayecto parte de sus colores
es absorbida por el medio que atraviesan. No
hace falta por tanto para construir las nuevas moléculas un gran flujo de
luz, sino el grupo de fotones necesario para el enlace, y con cierta secuencia
y ritmo porque, lo mismo que el albañil que pone el ladrillo no puede
adelantarse al que pone la argamasa, también aquí la secuencia de los
enlaces ha de ser precisa. Sin
duda que alguien objetará que, si es la radiación la causante de la
evolución biológica, y ésta se desenvuelve en el nivel molecular,
el suelo es el que proporciona mayor cantidad de radiación infrarroja,
que es la que las moléculas sintonizan, y por tanto es el elemento
principal del ambiente. Enfocar
el problema de este modo es erróneo: la radiación infrarroja del suelo
está sin modular, aunque también forme parte del influjo. Pero la
radiación luminosa visible actúa sobre los enlaces atómicos que
componen las moléculas con mayor precisión, de este modo el fotón azul
por ejemplo, mediante el efecto Compton y otros secundarios ya en el
interior de la molécula, opera en ésta, pero con una precisión de la
que carece la radiación global antedicha. Es necesario ante todo precisión
en tiempo y espacio, y esto solamente lo cumplen las fuentes luminosas
puntuales de los astros, con su intensidad, cromatismo y fotoperíodos
(todos los astros, incluidas las estrellas, son de luz variable, fotoperiódica
por tanto). Tampoco
hay que pensar solo en la radiación directa que transforma la molécula
ó estructura biológica, sino que, al ir aumentando la complejidad, la
acción opera a través de los componentes de un ambiente que
ofrece procesos intermedios. Si así no fuera, evitaríamos los daños
de una radiación exterior ocultándonos en una cueva; pero el problema es
infinitamente más complejo.
7.-
En
efecto hay que tener en cuenta que el ente biológico es, ante todo, un
compuesto químico, y sus funciones principales son metabólicas.
Imaginemos en un ejemplo la acción iónica, química, del aire. Este
tiene un grado de ionización que actúa sobre la sangre en los pulmones
sobre todo, y será tanto más activo cuanto mayor sea la ionización. Pero
expresarlo así, en general, no describe el problema: Podemos considerar
dos partes en el ejemplo, el aire ambiental y la sangre que
se oxida en el organismo. En el aire, considerando solamente el oxígeno, nitrógeno
y vapor de agua, éstos pueden sufrir distintos grados de ionización, según
el fotón (color) de la radiación que captan, con lo que varía su
actividad, y el blanco sobre el que actúan; el oxigeno puede estar en
esta forma o en la de ozono y, consecuentemente, con una actividad
diferente. A
su vez, en la sangre no hay solo hemoglobina, que es lo que pensamos al
describir su función, es por el contrario un "caldo de cultivo"
complejo, en el que hay proteínas de todas clases, con afinidades por el
oxígeno ó el nitrógeno, ó el vapor de agua, según su propio grado de
ionización y el de estos elementos: la variedad de acciones en la sangre,
por tanto, es inconmensurable. Bajo
la acción de la radiación ambiental hay una continua formación y
anulación de iones de acuerdo con la longitud de onda de esa radiación,
la vida de los mismos depende del nivel y elemento afectado. Por tanto,
cada ión y cada molécula de los componentes de la sangre se unirán por
su mayor afinidad formando nuevas moléculas o compuestos hormonales que
alcanzarán los correspondientes tejidos sobre los que actúan. De
este modo, esa radiación ambiental modula a través del aire y de
la sangre el funcionamiento orgánico. Igualmente, y con mayor complejidad
aún, a través de los ojos, actúa la luz sobre la retina que,
transformada en la acción de la melatonina, refleja los ritmos y cambios
anuales de la luz sobre el individuo (depresiones estacionales de las
altas latitudes).
8.-
La
construcción de la pared era una operación dirigida; la
de la molécula también lo es, por eso ha de ser puntual, y
no pueden llegar fotones aleatoriamente: esto es esencial en cualquier
construcción. Por
eso, en todos los lugares donde hay luz continuamente se pueden formar moléculas,
pero se rompen con la misma facilidad que se forman, y no se perpetúan, o
bien se forman infinidad de moléculas, que se estorban y excluyen
mutuamente. La luz, los fotones, han de estar convenientemente dosificados
y ordenados si han de servir para construir algo, de aquí que para su
perfeccionamiento el germen haya de caer en un planeta en rotación, de
modo que haya día y noche, luz y oscuridad, actividad y reposo, con un
cierto ritmo, para que las moléculas se formen y se perpetúen. Ha
de notarse que, puesto que la estructura que se forma ha de tener un
tiempo de captación, y un tiempo de reposo, el fotoperíodo diario del
planeta ha de tener cierta duración para determinado organismo: es
posible que un planeta cuya rotación sea de un mes pueda originar algún
tipo de vida orgánica, pero no será la misma, ni los mismos organismos
vivos que los de un planeta de fotoperíodo de 24 horas como la Tierra. También
el conjunto de planetas del sistema solar correspondiente contribuyen
(como Júpiter) con su fotoperíodo eclíptico, y su propia intensidad, y
la inclinación del eje de rotación respecto a la eclíptica; pero los
sistemas planetarios están normalmente formados por un número mínimo y
máximo de planetas (entre 5 y 12 aproximadamente) y por ello no serán
muy distintos de nuestro Sistema Solar. A
ello se añaden los ritmos ambientales, producto de condiciones locales:
el arco de visibilidad del astro en el Balneario de Panticosa no es el
mismo que en la llanura castellana y, aun en el supuesto de que el
cromatismo fuera el mismo, los organismos formados, o supervivientes, en
uno y otro lugar serían distintos.
El agua: 9.- Ya ha caído en la Tierra
esa molécula precursora de la vida viniendo del espacio, pero ¿dónde se
podrían dar en el planeta las condiciones más adecuadas para continuar
su evolución? La
intuición humana concibió la vida, como el alma, como soplo divino que
llega del cielo, lo que se ha revelado verdadero (espacio exterior); por
eso, puesto que también ha ubicado el origen de la vida en las aguas,
hay que darle valor a dicha intuición. Y hasta tal punto, que el agua se
ha sacralizado en los ritos del bautismo. Porque esas aguas no son en modo
alguno el combinado químico de oxígeno é hidrógeno simplemente, sino
algo más, pues en el agua del mar están presentes todos los elementos químicos
terrestres. En efecto, los últimos descubrimientos nos hablan de
gérmenes de vida que caen del espacio, junto con meteoritos acuosos,
especialmente en las áreas polares del planeta. En 1986 el físico espacial L.
A. Frank (U. Iowa) dijo que había pequeños cometas que caen sobre la
Tierra destruyéndose en la estratosfera y aportando así agua. Había
hecho fotografías de ellos con cámara fotográfica especial, en el
Explorer lanzado por la NASA. Lo ha confirmado posteriormente con otra cámara
fotográfica a bordo de un satélite de órbita polar, comprobando la caída
de miles de ellos: se cree que los componentes orgánicos base de la vida
acompañan a dichos meteoritos. “Contrariamente, D. Morrison
opina que, si hubiera un millón de colisiones más de las que se cree, la
superficie lunar reflejaría los impactos, y la estratosfera estaría
saturada de agua, lo cual no se comprueba actualmente” (Pop. Sc. Ago.
1997) Se
ha venido hablando del "caldo primordial" donde se habría
gestado la vida, pero no hemos de imaginarnos un matraz o algo muy
distinto muy distinto de lo que tenemos a nuestro alrededor: Si la molécula
ha de hallar algún elemento en la Tierra con el que combinarse para
proseguir la evolución, ¿en qué otro lugar, como en las aguas marinas,
puede encontrar ese elemento? En
efecto, la lluvia arrastra dichos gérmenes hasta el suelo, evitando que
aquellos pierdan actividad con el paso del tiempo, y las aguas, llevando
disueltas las diversas sustancias que puede haber en la tierra, las llevan
al mar; allí en estado iónico activo muchas de esas moléculas, están
dispuestas para combinarse con las moléculas caídas del exterior y, si
alguna de ellas puede continuar el proceso, éste continuará en el mar
donde su transparencia permite también la acción de la luz. Hay
que tener presente que es el agua el cuerpo de mayor poder calorífico,
absorbiendo radiación de baja frecuencia y devolviéndola, regulando así
la temperatura de la Tierra. Las grandes moléculas en sí mismas
sintonizan el infrarrojo, de ahí su "alimentación" y
sostenimiento por el agua, o en medio acuoso. Si, como algunos han
propuesto, se formaran componentes vitales en la arcilla, en un desierto,
las temperaturas extremas que alcanza destruirían la estructura formada. En
el mar se cumplen otras condiciones necesarias a la creación y evolución
posterior: una vez constituida la nueva molécula mediante el fotón
correspondiente, hay que preservarla del ataque de nuevos fotones que la
romperían a su vez, por eso ha de ser transportada a la oscuridad, y, en
efecto, las aguas de la superficie son allí, por el movimiento natural de
las mismas, llevadas a lo profundo abisal, en ciclos periódicos, diarios
ú otros. Cuando regresan posteriormente a la superficie, las moléculas
se hallan ya consolidadas y dispuestas para nuevos aportes y mayor
complejidad. La luz, constructora de la vida, por tanto, no ha de ser constante y, lo mismo que hacen los albañiles de la obra, realiza un trabajo de precisión y orden; el agua cumple en parte ese papel de ordenación, contribuyendo a la función vital. Pero además el agua tiene papel de filtrado del espectro, que hemos visto necesario para aumentar esa precisión; y lo tiene no solo en cuanto a estrechar el espectro, sino en el estrechamiento del destello del fotoperíodo. A una cierta profundidad marina, el arco de influencia, ó penetración del rayo luminoso, es más corto ó estrecho que en la atmósfera, debido al índice de refracción del agua, donde se llega pronto al ángulo límite y la reflexión total, de donde, situados en el fondo del agua, se ve corto tiempo cruzar al astro por el cielo. Esta acción puntual, en tiempo y color, es justamente la necesaria para dar precisión a la influencia exterior.
10.- Una vez constituida la molécula viva,
autorreproductora, su evolución obligatoriamente la lleva a reproducirse,
y no se detendrá (perdería su característica fundamental, por definición)
hasta que se agote la materia y cambien las condiciones exteriores. Pero
como hemos visto, la energía que mantiene el fenómeno es pequeña,
aunque muy precisa. Se ha dicho que la vida es un milagro, es
decir, un salto cualitativo, y no se mide en unidades de energía: la
diferencia energética entre un organismo vivo y uno muerto es mínima y no
proporcional; ciertamente que el ser vivo emite cierta cantidad
mensurable de energía durante su funcionamiento, pero ello es secundario.
Una fotografía vista por un hombre puede producirle la muerte: en vano
mediríamos la energía desprendida por la foto, pero hay en ella cierta
"cualidad", alguna clave que hace que el hombre muera como
consecuencia. Huelga
por tanto acudir, como hacen algunos adversarios de la astrología, al fácil
chiste de que el calor de la comadrona en el parto del niño supera la
energía que éste puede recibir de Júpiter. El planeta, que ha
construido ciertas moléculas con sus fotones, siempre estará presente
influyendo en ellas, lo que no ocurre con el calor de la comadrona, que no
emite esos fotones, aunque su energía medida en calorías sea mayor: ¿Qué
razón hay para atribuir la causa del nacimiento al calor? En tal caso el
calor de un horno lo influiría aún más, y por supuesto la energía de
la luz solar a mediodía. Si
queremos unir los átomos de cloro y sodio para formar la molécula de sal
común, necesitamos un cierto fotón que los enlace, cuya energía es
infinitesimal y no sería apreciada por los termómetros o calorímetros,
calibrados para otra energía. Tampoco se formaría si le enviáramos un
quantum de rayos gamma, de energía radiactiva mucho mayor: es decir, si
queremos seguir construyendo la pared, como los albañiles de nuestra
casa, no hace falta que aportemos un perfecto sillar de una tonelada, y le
enviemos una grúa, simplemente le tenemos que entregar un ladrillo con
nuestras manos, y ellos lo colocarán en su lugar.
11.- El aporte de fotones para construir la
molécula está de acuerdo con la constitución de ella: pueden ser simultáneos
ó diferidos en cierto orden y tiempo. Recordemos
que si Júpiter aportó los fotones para construir la molécula, el
planeta (su espectro) sigue presente en ella, y cualquier combinación de
esa molécula con otras en diferentes estructuras supone la intervención
del "espectro Júpiter" pues lo mismo que la enlazó, la
mantiene. Es decir, aunque el organismo haya seguido complicando su
estructura, ello no desecha la acción de Júpiter sobre esa parte de los
enlaces. Es como el papel del electricista que ha montado la red eléctrica
de un edificio, una vez terminado, sigue siendo el mantenedor de ese
sistema del edificio. 25502-555 Cuando
aumenta la organización de la estructura viva aumenta su tamaño y, por
simple ley física, aumenta el período compuesto de su evolución. De
este modo, el organismo va sintonizando períodos cada vez mayores a
medida que crece y, al estar obligado a adaptarse al ambiente (en caso de
inadaptación será eliminado), sus ritmos internos se ajustarán a períodos
de acción luminosa, es decir, fotoperíodos. Es decir, al agruparse las moléculas y estructuras primarias en otras más complejas, aumenta su período de sintonía, con lo que entran en función los fotoperíodos de los astros dando lugar a un espectro fotoperiódico, y es aquí donde interviene la Astrología.
12.-
La Tierra
sigue teniendo evidentemente condiciones para la vida, lo que significa
que, lo mismo que en el pasado se desarrollaron aquí gérmenes primitivos
caídos del espacio, estará ocurriendo hoy. Los
mencionados priones son organismos ya complejos, aún lejos de la
molécula autorreproductora. Pero hay que pensar que este nivel va siendo
alcanzado por otros gérmenes que caen de continuo, y ahora mismo deben
estar evolucionando algunos que dentro de millones de años lleguen al
nivel de organismos complejos, si la Tierra dura lo suficiente en tales
condiciones. Hemos
dicho, en efecto, que el cambio/transformación supone la creación
de nuevas especies, el salto se puede producir en cualquier fase, por ello
podemos pensar que está ocurriendo ahora mismo: ¿Hay alguna confirmación
de ello? Tenemos en efecto el caso de los virus.(2) Se ha observado correlación entre la actividad solar y las epidemias
de gripe; éstas son consecuencia de mutación del mismo virus. Es fácil
colegir los cambios genéticos ocasionados por las alteraciones solares,
con lo que las radiaciones (acción exterior) crean una nueva
especie, ésta es un perfeccionamiento a su vez de la cepa anterior
inducida por el ambiente.
13.- Pasando,
pues, al campo de los fotoperíodos, nos encontramos con la astrología.
Podemos simplificar el tema atribuyendo a la gama de la radiación
el campo molecular, y a la gama de los fotoperíodos el campo orgánico
en los seres vivientes. Últimamente se ha venido centrando el estudio de la
Astrología sobre el problema de los ciclos, pero este no fue el objeto de
la ciencia tradicional. Uno de los mayores valores de ésta es haber
archivado la experiencia de posiblemente 15.000 años de observaciones,
intuiciones y razonamientos que se pueden estudiar a la luz de nuestro
conocimiento actual. Resumiendo
al máximo, los factores que utiliza la astrología son: el Zodíaco
y Casas, los astros (planetas y estrellas) y los Aspectos
(armónicos angulares), todos los cuales se reducen a un cromatismo
luminoso y un fotoperíodo de intensidad y color. El
Zodíaco deriva del ciclo anual, que en principio es un calendario anual
paleolítico y esto nos lleva a tiempos de la cronología lunar, antes de
-10.000; hay 12 Signos porque son doce las Lunas en el año; en el tiempo
de la caza, cada mes tenía un trabajo que se simbolizó en el animal
correspondiente (Signo), lo mismo que luego, en tiempo de la agricultura,
se plasmaron los trabajos del mes en los menologios medievales.(3) Aunque
no es exacto el número de Lunas, sí es válida la división en 12
sectores porque interviene la resonancia de períodos armónicos de Sol y
Luna.(4) San Cipriano (.../304) nos da la visión de su tiempo
sobre el influjo de los astros: ...
algunos basan el influjo en el fuego (calor), pero los más doctos en la
luz. Por
su parte, Ptolomeo recogió la opinión de las escuelas babilónicas y
egipcias, y habla del ambiente, formado por los astros, la atmósfera
y el suelo. Ello se aplica lo mismo al Zodíaco (ciclo anual),
que a las Casas (ciclo diario), que a los astros en sí (cromatismo). El
ciclo anual se inicia sobre el principio del año con un mínimo de
intensidad del Sol, por su baja altura meridiana, va aumentando, con
incremento positivo, hasta el solsticio de verano, y vuelve a descender,
aquí con incremento negativo, hasta el de invierno; los colores
ambientales van desde el violeta en enero hasta el amarillo verdoso del
verano y finaliza con el rojo del otoño y más allá, debido a la
conservación del calor en el suelo (suma de radiación visible é
infrarroja). Ciclo similar tiene el -período diario, debido al efecto de
absorción de la atmósfera y el calor del suelo. Sobre
la base del color (espectro) se apoyaban las regencias antiguas, y
las cualidades lo mismo de los Signos que de los astros, éstos se
clasificaban por colores/espectros. Estas regencias, conforme lo que hemos
visto, afectan a la constitución molecular o biológica profunda, y así
lo consideraron correctamente los antiguos. Los
fotoperíodos son distintos para los diversos astros, pero todos ellos están
apoyados en el fotoperíodo diario que constituye el quantum de
luz, lo mismo en intensidad que en color; constituye, tomando una imagen
radioeléctrica, la onda portadora, mientras que el del astro en sí (12
años de Júpiter, 30 de Saturno, etc.) la moduladora en este espectro. Los
Aspectos, finalmente, resultan de aplicar un sistema de armónicos a los
fotoperíodos, o para ser más precisos, a los biorritmos internos del ser
viviente, en concordancia con los fotoperíodos, lo cual hace la cuestión
de una gran complejidad que no es de este lugar. Las anomalías ó alteraciones cromáticas, fotoperiódicas ó aspectales se traducen por alteraciones moleculares / genéticas, ú orgánicas produciendo la correspondiente patología.(5) Dichas alteraciones pueden producirse al nacer, donde producirán el máximo efecto, o bien ser consecuencia de desajustes ambientales posteriores. Ello hace que, conociendo el ambiente, pueda ser previsibles hasta cierto punto.
14.-
En suma, la
creación de la vida no es cuestión de energía informe, sino de
una ordenación de esa energía. Se enfrentan aquí las dos teorías filosóficas
esenciales: la selección natural ó de lucha por la vida sostenida
por Darwin, y la armonía preestablecida mantenida por los
autores clásicos y la tradición astrológica.(6) La
vida es organización y construcción las cuales solamente
pueden proporcionar los ciclos organizados del Cosmos, de donde resultará
una estructura esencialmente rítmica en el ser vivo. Entremos
en una discoteca, la energía del ruido y música en ella es inmensa, pero
no significa nada para nosotros en ese estado desordenado. Para
entendernos con quien nos acompaña hemos de emitir unos sonidos, un
lenguaje ordenado, y no hacer un ruido más fuerte que el de toda la
discoteca. Lo que cuenta aquí es un orden y ritmo de los sonidos que
emitimos con la palabra, y la sintonía de quien tenemos al lado y los
escucha; la barahunda que nos rodea solamente sirve, como mucho, para
destruir ese mensaje. Para
entendernos con nuestro acompañante sería más eficaz el absoluto
silencio; entonces, con sólo unas palabras dichas en voz muy baja, sin
apenas energía sonora, lograríamos un mayor efecto en él, una mayor
influencia: exactamente igual que, casi en la oscuridad intergaláctica,
ó en el cielo nocturno, los pocos fotones que nos envían las estrellas
han servido para organizar y mantener los seres vivos que somos y los que
nos rodean. ---------------- Notas:
1) La gama 380-760 corresponde al hombre; algunos animales captan l
distintas arriba ó abajo. En todo caso, puesto que el espectro solar es
común, todos han sido formados por él, y la variación no puede ser muy
grande, si el Sol fuera estrella azul, la visión y su gama serían
distintas, y también los organismos formados. 1-b)
La imagen de la acción de los fotones en la biogénesis se acerca más a
la de echar primero un puñado de sal y unos minutos después otro de
pimienta en la preparación de una comida, que a la acción dirigida de un
rayo láser; lo fundamental es el tiempo que media entre la llegada de los
fotones azules y la de los rojos. 1-c) El reposo previo a la transformación (estabilización del
organismo o de la molécula) se da también en organismos complejos:
ciertos virus, para reproducirse, necesitan un tiempo de frío antes de
multiplicarse. Las cigüeñas y otras aves dejan enfriar los huevos en el
nido a cierta hora del día, para luego seguir incubándolos; la floración
de algunos árboles necesita que vengan heladas previas (sin ser demasiado
fuertes) para eclosionar la flor. 2) Hay otros efectos bien conocidos: la vitamina D requiere el concurso
de cierto fotón para transformar la molécula base que la produce. La
espiral ADN tiene enlaces con distinta energía: cada grupo requiere su
propia longitud de onda, tanto más energética (corta, azul) cuanto más
fuerte el enlace; esto puede servir para medir la cohesión de cada grupo
de moléculas. 3) El actual Zodíaco es griego, a su vez transformado del babilonio:
ha resultado dominante en Occidente por la importancia de la cultura
mesopotámica traducida y transmitida por los griegos; pero hubo otros en
la zona, según cada pueblo y sus costumbres, se ven otros animales en el
gnosticismo y algunas sectas del Oriente Medio, y hay otros animales en el
Zodíaco chino, indio, etc. El más antiguo probablemente es el
transmitido por los Trabajos de Hércules. 4) El ciclo biológico anual depende estrechamente de la radiación,
ésta opera principalmente en la vegetación y, mediante los alimentos,
sobre el animal: éste como verduras tiernas en primavera, y frutos secos
en otoño, y tal es el orden de funcionamiento del tubo digestivo: Cáncer
(estómago) y Virgo (intestino). Por eso los antiguos dispusieron las
regencias anuales siguiendo esta norma en el organismo: lo mismo que las
plantas eliminan el agua y concentran la savia para el invierno, el animal
elimina también el agua en otoño y se observa esto en la regencia orgánica
de Libra (riñón) y Sagitario (hígado). Por otra parte, hay que distinguir entre el esotérico o simbólico
significado de los Signos atribuido por algunos a éstos, y las
observaciones patológicas reales vinculadas en ellos a las distintas
fases del ciclo anual, acumuladas en la experiencia médica antigua, y
verdaderamente valiosas. 5) La crisis tensa al máximo la estructura cristalina de la red
en cualquier nivel (molecular, genético, celular, orgánico): aparecen
fracturas con radicales libres (como en la enfermedad radiactiva, p. ej.),
éstos pueden volver a unirse al regresar la crisis, pero pueden unirse en
forma anómala con otros, y de ahí lo patológico. Ello se debe en
especial a los Aspectos en función de los armónicos de fotoperíodos. 6) No hay quimeras, como resultaría de la ley de Darwin: cuando
un genoma produce descendencia, la variación de ésta es escasa. El
corresponsal que elige Rusia para vivir es porque está ya condicionado
como los rusos, por eso "se le pone cara de ruso". Demetrio es español y nació en Zamora, ciudad donde actualmente vive. Decano de los astrólogos ibéricos, Demetrio comenzó sus investigaciones sobre Astrología en 1.950, descubriendo el período direccional de sesenta años (C-60) y, a partir de la teoría ondulatoria física, establece las ecuaciones fundamentales que dan lugar al "campo zodiacal". Ha escrito númerosos artículos y participado en la mayoría de los Congresos Ibéricos. Ha traducido los textos clásicos de Ptolomeo (Tetrabiblos), Manilio (Astronomicón) y otros de Albubather, Ben Ezra, Messahallah, Hermes, Matias Haco, etc. Es autor además de : "Investigaciones sobre astrología" (1978), "La interpretación astrológica" (1980), "Astrología teórica: ecuaciones fundamentales" (1985), "Introducción a la historia de la Astrología" (1986), "Astrología y gnosticismo" (1986), "Astrología física" (1988) y "Principios astrológicos, gradientes y tablas fotoeclípticas" (1992). Su nombre ha sido tomado para titular un importante premio español de investigación astrológica. |