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Aunque Choisnard es conocido por los que se interesan en la astrología científica, es prácticamente desconocido entre los astrólogos contemporáneos. No obstante, su influencia sobre la astrología de nuestro tiempo, es determinante: una paradoja en la que quisiera profundizar con vosotros. Para comenzar os citaré algunos pasajes escogidos de su obra, las críticas que el formuló a la astrología de su tiempo, las innovaciones que propuso. Luego detallaré las innovaciones de Choisnard que tuvieron más impacto entre los astrólogos y a posteriori trataré de los astrólogos que fueron influenciados por él, gracias a los cuales sus innovaciones pudieron difundirse. Estaremos así en mayor disposición de evaluar un poco más precisamente la influencia de Choisnard sobre nosotros y comprender mejor porqué fue determinante.
Paul Choisnard no fue citado en el libro de Geoffrey Dean y de Arthur Mather que reseña y critica los trabajos de los astrólogos, el "Recent Advances". Sólo lo fueron, en materia de astrología estadística, Krafft y Gauquelin. Personalmente hice una encuesta entre una buena docena de astrólogos, de cierto peso, y me di cuenta que ellos tampoco conocían a nuestro personaje.
Contrariamente en una obra reciente: "A history of horoscopic astrology", de James Herschel Holden, se cita a Choisnard. Este astrólogo americano, retomando informaciones comunicadas por la astróloga belga Jany Bessière, indica que: "este diplomado en Politécnica se interesó de joven por la astrología y fue el pionero de las estadísticas astrológicas. Fue severamente criticado por Michel Gauquelin pero, que la crítica sea justificada o no, se le debe de ser el primer astrólogo que utilizó el análisis estadístico para mejorar el conocimiento astrológico. Cita también cuatro de sus obras: * "L´influence Astrale" (Paris, Chacornac, 1901)
*"Le langage astral" (Paris, Chacornac, 1903)
*"Ëtude nouvelle sur l´hérédité" (Paris, Chacornac, 1903)
*"Calcul des probabilités appliqué à l´astrologie" (Paris, Chacornac, 1914).
Este resumen, aparecido en un libro que presenta el aporte de cada gran astrólogo desde los babilonios hasta nuestros días, finalmente hace justicia al fundador de la astrología científica.
1) La aproximación de Choisnard
Choisnard saca en 1913 la revista "Influence astrale", especificando en el primer número que se trata de una revista de astrología científica, consagrada a las investigaciones positivas y críticas de las correspondencias entre los astros y el hombre, en su lado práctico, filosófico e histórico, a lo cual, dedicó toda su vida.
La revista de hecho lleva el nombre de una obra que publicó en 1901 bajo el seudónimo de Paul Flambart. "Influence astrale, essai d´astrologie expérimentale". Esta publicación retoma los textos aparecidos desde 1898 a 1900. En uno de ellos, se dice que la aurora del siglo veinte corresponde a "la época donde se hicieron las primeras tentativas para liberar a la astrología del empirismo y colocarla en el terreno de la ciencia positiva".
Choisnard se caracteriza por su rigor. Considera que la astrología como una ciencia natural de las correspondencias de los astros. Ante todo, quiere mostrar el lado lógico de la astrología. Es el primero en decir que la astrología debe ser encarada como las otras ciencias de observación: "la astrología es una ciencia natural de correspondencias psicológicas; esencialmente, no difiere de las otras ciencias de observación, en vista de pruebas, bases, métodos, aplicaciones, progresos y discursos diversos que la conciernen". ("L´Astrologie et la logique", pág..23).
En su opinión, la ciencia no está obligada a limitarse a la dimensión físico-química o biológica : "Hoy la ciencia es bastante madura como para que se limite su aplicación al lado material de la vida. Es necesario buscar su papel en las cosas del espíritu por el estudio de las correspondencias y de la cadena ilimitada de las verdades. El número de sabios que se preocupan de ello felizmente, cada día es más numeroso". ("Langage Astral, pág.8).
Choisnard quiere desocultar a la astrología. Su empeño de simplificación y su preocupación por la claridad son evidentes. Quiere despojar a la astrología de todo lo que la obstruye ya que: "como a cualquier otra ciencia, se la puede vestir con los ropajes que se quiera: se puede llenarla de ecuaciones y de fórmulas tan trascendentales como inútiles; velarla con símbolos herméticos, amalgamarla al satanismo... incluso oscurecerla con complicaciones vanas, un argot técnico o un pomposo galimatías". (L´astrologie et la logique, pág.24).
La astrología futura deberá esforzarse de verificarlo todo y sólo retener aquello que es confirmado por las probabilidades: así como fue dicho, se observa que la gente célebre tiene en su cielo de nacimiento Júpiter en el Medio Cielo o la conjunción Júpiter-Sol con más frecuencia que la gente común. Una vez que se la haya verificada por el cálculo de probabilidades, esta aserción puede utilizarse en la práctica astrológica. Lo conveniente, sin duda, es de multiplicar el número de aserciones verificadas.
Pero ¿como situar esta nueva astrología por la que Choisnard clama en relación a la astrología antigua?: "Es contrario al buen sentido de querer mantener dos astrologías distintas, que por otra parte, serían tan respetables la una como la otra; ya que la antigua sólo puede justificarse apoyándose en la nueva y que la nueva no tiene el derecho de rechazar lo que la otra tiene de justo. (L´astrologie et la logique, pág.37).
"Si la escuela científica tiene a la astrología como una ciencia edificada por el hombre con sus medios actuales, por lo tanto reedificable por él gracias a un esfuerzo análogo, la escuela ocultista estima por el contrario que la astrología fue legada al hombre por seres más poderosos que él, productos de una evolución anterior y superior, capaces, en una palabra, de clarividencia y de explorar hasta sus límites al sistema solar invisible y visible". (L´astrologie et la logique, pág. 40).
"No cabría hablar de dos astrologías entonces así como no hay dos astronomías, dos biologías, dos fisiologías o dos físicas. Sólo hay una, pero que no debe desestimar a priori ningún aporte antiguo o nuevo, de las cuales los procedimientos de investigación no pueden ser extraños a la razón científica indispensable a todos los conocimientos". (L´astrologie et la logique, pág.45).
"Es cierto que la astrología podría tomar diversas vías y tomar posiciones diversas según las aptitudes personales de los estudiosos: los unos pueden preferir el descubrimiento de antecedentes modernos y los otros la justificación de ciertos aportes antiguos, según los gustos". (L´astrologie et la logique, pág. 46).
Choisnard es exigente respecto a los astrólogos. Es indispensable que el astrólogo tenga sólidos conocimientos científicos. "El "lenguaje astral" desgraciadamente ha sido falseado por la mayoría de los vulgarizadores, ignorando casi totalmente la astronomía que es la base, y el método científico que es la garantía". (Langage Astral pág.13).
El astrólogo no debe renunciar a su espíritu crítico. Solo debe atenerse en su práctica, a lo que está justificado: "los tratados de astrología, -invariablemente compuestos de reglas antiguas sin ningún cuidado de la crítica científica.- nunca aportaron ninguna prueba válida de ello... (Langage astral pág.34). (...) las observaciones son estadísticas hechas sobre el sentimiento". (Langage Astral pág.36).
"Cuando oigo hablar de horóscopos de naciones, de ciudades, de casas, coches, objetos o de acontecimientos diversos... ignoro el sentido que pueda dársele. Y en todo caso, espero, para admitirlo, que se exponga una prueba válida de correspondencia entre los astros y la existencia de tales cosas". (L´astrologie et la logique, pág.71).
Esta preocupación por la lógica es quizás excesiva. Por ejemplo, cuando trata de las direcciones, Choisnard suprime la Parte de Fortuna, uno de los cinco significadores del tema, ya que no comprende lo bien fundado de este punto ficticio.
Tampoco aplica siempre el rigor que recomienda. Él, que de hecho fijó los objetivos de la astrología científica, no estuvo siempre a la altura de sus objetivos, ya que fue tentado a "proyectar". Es particularmente neto para la correlación que pensaba haber hallado entre la inteligencia y los signos de aire. Se sabe que estadísticas ulteriores nunca confirmaron esta afirmación, que las elites tienen una dominante Géminis-Libra-Acuario. Quizás debió elegir inconscientemente los casos que cuadraban con su hipótesis. Al menos es curioso de constatar que tenía el Ascendente Libra, la Luna en Géminis y el Sol en Acuario.
II - Las innovaciones de Choisnard
Para desarrollar una astrología científica Choisnard no dudó en innovar. En 1924, en "L`Influence astrale et les probabilités", hace de alguna forma un balance de 25 años de investigaciones y muestra que había innovado sobre siete puntos. He aquí el pasaje donde hace el resumen de todas sus innovaciones. Está en la página 194:
"He aquí una recapitulación de los puntos esenciales a los que llegué sucesivamente y que han jalonado mis investigaciones personales:
1) Adopción como base gráfica del cuadrante zodiacal. (representando el estado del cielo) en lugar de la figura antigua (redonda o cuadrada), fundada sobre las "casas astrológicas". Todos los planetas, así como el horizonte y el meridiano, están inscritos sobre este cuadrante por sus longitudes respectivas. Esta base gráfica se volvió corriente. El "tapón zodiacal", de caucho o metal para utilizar para lograrlo, también es ahora un artículo comercial que se encuentra en ciertos lugares, incluso en el extranjero. Si bien no se hizo ninguna mención antes de 1900 de esta base gráfica, se impone a toda investigación científica en esta vía; y como lo mostré, es inevitable, al menos mentalmente.
2º) Elección limitada y al menos provisoria, de los factores simples, en astrología,
comprendiendo tres clases distintas: las 11 posiciones zodiacales, las 9 posiciones en casa y las 54 distancias angulares.
"Estos 74 factores constituyen una primera base de estudio ofreciendo ya un campo muy extendido de investigaciones, teniendo que ver con los elementos astronómicos más netos y los más accesibles a las estadísticas. El método de investigación propuesto pudiendo también aplicarse a toda otra categoría de elementos de los que se busca la correspondencia, (ver el cálculo de probabilidades aplicados al A.S.)".
- Las 11 posiciones zodiacales corresponden a las posiciones en signo de l´AS, del MC
y de los 9 planetas en signos (Plutón aún no era conocido).
- Las 54 distancias angulares corresponden a los 36 aspectos entre planetas y a los 18 aspectos que forman los nueve planetas con el Ascendente y con el Medio Cielo.
3ª) Adopción para todos los planetas de un orbe uniforme y medio para representar el límite angular de sus influencias recíprocas.
4ª) Aplicación metódica del cálculo de probabilidades basado sobre el principio de frecuencias comparadas, basadas ellas mismas en estadísticas cuya validez se funda sobre el gran número y la elección imparcial de los casos retenidos. Este empleo de las "frecuencias comparadas" no fue aplicado en astrología hasta 1900.
5º) Definición de la correspondencia astral y del hecho astrológico tratado como la distancia entre dos frecuencias de un mismo factor, en dos categorías de casos; la prueba resultante es verificable por la experiencia y reproducible a voluntad.
6ª) Ley de herencia astral, probando que la naturaleza tiende a hacer nacer al niño bajo un cielo que guarda una cierta analogía con el de los padres, ya que ciertas similitudes de elementos astronómicos son más frecuentes entre gente emparentada que entre gente que no lo está.
7ª) Establecimiento de leyes astrológicas nuevas y verificación de leyes antiguas que solo pueden fundarse y controlarse según el principio de las probabilidades, bajo la forma de comparación de frecuencias experimentales, llave de toda la astrología científica.
Tal es la indicación general de los principios, procederes y hechos fundamentales que quise esclarecer,, y sobre los cuales me apoyé. Estimo que son los suficientes como para poner las primeras bases de una astrología científica sin tener que recurrir a la tradición, al tiempo que por ellas se tiene el medio de verificar en parte a ese legado y de extender también el estudio a todos los factores que se quiera".
Comentaremos muy particularmente el primer punto que revolucionó la práctica astrológica. Permitió, como veremos a continuación, la aparición de una nueva regla en la interpretación del tema.
1) Una nueva representación del tema
Choisnard es un innovador que se dio los medios para conseguir sus fines. Se sabe que durante veinte siglos los astrólogos representaron el tema posesionando los planetas en casas iguales. A él le pareció que tal modo de representación daña a la investigación. Para remediar esto propone montar los temas con los signos iguales, Aries quedando a la izquierda. Es particularmente interesante de ver como Choisnard justifica el cambio en su libro "La répresentation du ciel en astrologie scientifique" (1921).
"El progreso de la astrología experimental depende del modo de representación del cielo. Si la astrología quedó como una ciencia momificada desde la Antigüedad, se debe en gran parte, creo, a su figura enigmática, especie de "espejo del diablo" de aire cabalístico, -a quien nadie, parece, hasta nuestra época, se le ocurrió de transponer en lenguaje claro y científico que tenga un sentido accesible para todos.
Los antiguos figuraban el tema por un cuadrado y triángulos. Los planetas anotados con sus longitudes son emplazados en un lugar cualquiera en sus "casas" respectivas. Resumiendo, en vez de un zodíaco, donde todos los elementos variables, están por debajo de sus lugares respectivos- lo que da seguidamente la idea de su conjunto y de sus ligazones,- se tiene aquí una representación completamente arbitraria, donde los elementos zodiacales, consignados siempre según sus latitudes, están puestos en lugares que no responden a nada de científico. La figura antigua suponía el cielo proyectado sobre la eclíptica, pero se cuida (nunca se supo porqué?) de expresar esta proyección en su gráfico".
Ciertos astrólogos modernos reemplazan la figura cuadrada de los antiguos por una variante circular algo menos abstrusa, pero no hay que confundirla con nuestra representación. Efectivamente, esta tiene compartimentos circulares pero siempre como la antigua, reservada a las casas astrológicas y no a los signos del zodíaco.
Resumiendo, estamos en presencia de dos procederes fundamentales de representación teniendo como base común doce compartimentos, pero éstos corresponden para uno a los signos del zodíaco y para el otro para las casas astrológicas. En la antigua figura se inscribía los elementos del zodíaco sobre las casas fijas, mientras que en la nueva que yo admití, se inscriben las casas sobre un zodíaco invariable.
Desde el comienzo de mis trabajos he sido llevado durante muchos años a añadir mi "representación" a la figura antigua de los 12 triángulos hasta un día en que ya me pareció inútil de conservar esta última y adopté definitivamente un zodíaco fijo excluyendo cualquier otra figura".
He aquí descrito en pocas palabras, le relato de una verdadera revolución en astrología. Ya no es el referente de las casas que se toma en primer lugar, permanentemente, sino es el de los signos. Nuca se acabará de descubrir todo lo que implica este cambio de punto de vista. ¿Pero porqué Aries se coloca siempre a la izquierda?
"...en fin, yo estimo racional y de una utilidad práctica incontestable el hecho de orientar invariablemente al zodíaco.
Hay que ser lógico: ¿cuál es el fin de la figura celeste? Siempre consistió esencialmente en representar a los signos zodiacales, a los planetas, meridiano, horizonte, las cúspides de las casas astrológicas y todos los elementos que se quiera, según sus longitudes geocéntricas. Se lleva todo, para resumir, a una proyección sobre la eclíptica. Si la longitud geocéntrica de un elemento del cielo siendo el arco de círculo que la separa del punto equinoccial 0º Aries, no parece para nada arbitrario de llevar gráficamente las medidas a un punto fijo de la figura, representando precisamente al 0º de Aries.
La figura antigua, queriendo poner como base dogmática la representación a ángulo derecho del meridiano y del horizonte, lo que en el fondo parece una contradicción, porque todo está proyectado sobre la eclíptica. Un gráfico comportando al meridiano perpendicular sobre el horizonte no hubiese sido lógico que si no se hubiese puesto los elementos celestes según sus Ascensiones Rectas y no según sus longitudes".
La mayoría de los astrólogos, aún los que no son adeptos a la astrología científica, han adoptado la representación de signos iguales preconizada por Choisnard.
No obstante, como la mayoría de los astrólogos quedan ligados a la simbólica del espacio, son contrariados por el hecho que el Ascendente ya no está en la horizontal. Es así que prefieren, sin dejar de utilizar los signos iguales, orientar el tema con el Medio Cielo arriba y el Ascendente a la izquierda. Eudes Picard en su "Astrologie Judiciaire", aparecida en 1930 pone el MC arriba en un sistema de signos iguales.
El modo de representación de signos iguales permite de superponer series de temas y de realizar estudios estadísticos, pero también tiene además una ventaja de primera importancia: permite el trazado de aspectos entre planetas. Entre los astrólogos que ponen Aries a la izquierda, está por ejemplo Gustave Lambert Brahy, que no traza los aspectos, pero otros como Volguine y Armand Barbault, lo hacen. Asimismo entre los que ponen el Ascendente a la izquierda está Eudes Picard que no traza los aspectos, mientras que André Barbault y muchos otros entre los astrólogos contemporáneos, trazan los aspectos.
Hay que reconocer que el compromiso adoptado desde Eudes Picard cojea un poco, ya que el tema ya no está en el ángulo derecho. El tema antiguo pone el eje del horizonte horizontalmente mientras que el eje del meridiano está en la vertical. Los dos ejes son perfectamente perpendiculares. En el tema preconizado por Choisnard los equinoccios están en la horizontal y los solsticios en la vertical. Aquí también los dos ejes son perpendiculares. Contrariamente, en el tema de Eudes Picard (sea dicho de paso que este astrólogo politécnico nació exactamente el mismo día que Choisnard) (1), el meridiano y ascendente ya no son perpendiculares y los equinoccios y solsticios raramente se sitúan en la horizontal y en la vertical. Conviene de considerar un tema en varias dimensiones para salir del impasse. Es lo que hizo recientemente Pierre Etévenon echando mano a conceptos simples de topología y de geometría de más de tres dimensiones. Esto tal vez nos ayudará a hallar la buena solución, que haría posible la representación del tema a la antigua y la representación según la forma moderna.
¿Porqué, de golpe, se produjo este apasionamiento por los signos iguales (y las casas desiguales)?. Las razones de Paul Choisnard son simples: es para poder efectuar investigaciones de orden estadístico. ¿Pero porqué los otros astrólogos lo siguieron?
Por otras razones ligadas a las modificaciones de nuestro entorno y de nuestra mentalidad.
En el S.XlX se vive mayormente con el ritmo de la naturaleza: uno se levanta y se acuesta con el Sol, se vive al ritmo de las estaciones. A partir del S.XX el progreso técnico y la urbanización se desarrollan. De mas en mas es el reino de la electricidad, del maquinismo. Cada vez se vive más la noche. Los medios de transporte se desarrollan. A partir de 1891 se da la adopción de la hora de París y a partir de 1911 se da la de la hora GMT.
En el S.XlX y con anterioridad, a la noción de día se le da una importancia primordial. A algunos trabajadores se los llama jornaleros. Se vive al ritmo del día, del Angelus matinal, del mediodía y de la noche. Poco a poco hemos cambiado de referencial. Ahora estamos en un referencial anual. Hoy no se vive ya al día, más bien se prevé, se mensualiza. Esta modificación se tradujo en el ámbito astrológico: se pasa de la primacía del Ascendente (una fase del ciclo cotidiano) a la del signo solar (una fase del ciclo anual) Paralelamente, la astrología se vuelve de más en más solar, con el horóscopo de los diarios, con una interpretación del tema que da cada vez más importancia a los signos (con la aberración del elemento dominante en función del signo). Cuando Choisnard habla de la descripción de un signo zodiacal, todavía se trata del signo Ascendente, como testifica este pasaje:
"La significación de esta regla es de establecer (con razón o sin ella) una relación o correspondencia entre el signo de la Balanza y la tendencia a la justicia en los que nacieron bajo ella -es decir, que nacieron con el Ascendente en Balanza. (El Ascendente es el punto de la eclíptica que se levanta al Oriente en el lugar y en el momento de un nacimiento; este caracteriza en parte el aspecto de la bóveda celeste, debido al movimiento diurno para una natividad". ("L´astrologie et la logique, pág.18).
2) La regla de la angularidad
Antes de tratar sobre la influencia de Choisnard sobre los astrólogos de nuestra época, quisiera señalar otra innovación que tuvo un impacto que Choisnard no había sospechado. Viene dada de este nuevo modo de representación del tema que privilegia a los signos y a los aspectos. Mientras que en la representación antigua los aspectos, junto con el Medio Cielo y el Ascendente son difíciles de tomar en consideración, se vuelven posibles con la nueva representación.
Muchas veces Choisnard subraya la importancia de los planetas en los cuatro ángulos. He aquí como formula esta regla que se volvió la primera regla de toda interpretación moderna:
"El máximo de intensidad corresponde a la cercanía del meridiano o del horizonte, alrededor de unos 10º (en casas cardinales o bien cadentes). El MC y el ASC son los lugares más importantes y al respecto, Marte y Saturno en cualquiera de estas cuatro posiciones dichas angulares, son malos. Júpiter o Venus, en el MC y ASC, son buenos" (Le langage astral, pág. 105).
Este texto que toma en cuenta el aspecto de conjunción y de oposición al Ascendente y al Medio Cielo, es realmente revolucionario. Los astrólogos habían interpretado los temas durante veinte siglos basándose sobre la posición de los planetas en los signos y en las casas. Toda una serie de reglas permitía de saber si el planeta estaba en afinidad con el signo o con la casa y el planeta regente del Ascendente era considerado como el planeta que gobernaba el tema. Choisnard se sitúa en la línea de Kepler que privilegia a los aspectos entre planetas en detrimento de los planetas en signos y en casas. Por esto insiste en la importancia del planeta angular.
III - La influencia de Choisnard
Visto que nuestra interpretación tiene en cuenta a los planetas angulares y utiliza un tema con signos iguales, nos dice que, lo sepamos o no, debemos mucho a Choisnard.
De hecho Choisnard influenció sobretodo a los astrólogos de la primera mitad del S.XX Investigadores como Léon Lasson, Brétéché, fueron marcados por él. Lasson estableció las primeras correlaciones entre los planetas en los ángulos y las profesiones. En cuanto a Brétéché, trató de establecer relaciones entre los planetas y las patologías mentales. Analizando 137 observaciones de enfermos mentales, observa en los ángulos la presencia de planetas específicos según las patologías halladas. En el caso de:
* psicoastenia: Sol dominante 13 veces sobre 13
* melancolía: Saturno dominante 42 veces sobre 55
* delirio de grandeza: Júpiter dominando 9 sobre 9 veces
* manía; Marte dominando 34 veces sobre 34
* esquizofrenia: Luna dominando 46 veces sobre 47
Estos resultados, muy buenos como para ser verdad, están en realidad basados sobre diagnósticos demasiado subjetivos. Este tipo de investigación ganaría si fuese retomado de forma mucho más seria.
Al comienzo del siglo se empleaba a menudo la expresión "astrología científica". Es significativo que la asociación creada por los astrólogos después de la segunda guerra mundial se llamara "CIAS" (Centro Internacional de Astrología Científica), pero, a partir de los años cincuenta los partidarios de la astrología científica disminuye. El "CIAS" queda en "CIA" (Centro Internacional de Astrología). Desde este período ya no se habla de Choisnard, por esto la generación actual, no lo conoce.
Por suerte tres investigadores que han tenido un importante papel han sido marcados por Choisnard. Es a través de ellos que las ideas del fundador de la astrología científica se abrieron camino. Se trata de Françoise y Michel Gauquelin y de André Barbault, que van a adoptar la regla de la angularidad. Los Gauquelin la confirman estadísticamente y André Barbault la pone en práctica cotidianamente en la interpretación de temas y habla de ella constantemente en sus libros.
De los Gauquelin, mencionaré simplemente que sus estadísticas han probado de manera magistral la importancia de los ángulos. Los resultados que obtuvieron permiten de precisar que la influencia de los planetas es más fuerte después del ángulo que antes de él.
También André Barbault fue profundamente influenciado por Choisnard. Como aquél, pretende desocultar a la astrología y como Choisnard, emprende la defensa de la astrología y la defiende con los mismos talentos de polemista. Y claro, se apoya sobre las constataciones estadísticas de los Gauquelin para "probar" a la astrología. Como él cree hallar relaciones. Es en el nivel de la astrología mundial que hace sus descubrimientos más importantes.
El "Tratado práctico de astrología", escrito en 1961 quedó como un libro de base. Ha influenciado y continúa haciéndolo, a muchos astrólogos. Sustentándose sobre bases tradicionales, este tratado retoma, si se lo mira de cerca, muchos de los principios de Choisnard: importancia de la angularidad, el tener en cuenta lo que tiene un fundamento astronómico; utilización de lo esencial (diez planetas, doce signos, doce casas y los aspectos mayores). Ciertamente Barbault no sigue a Choisnard en todo, ya que ni pone a Aries a la izquierda ni le da 10º de orbe a todos los aspectos, sino que disminuye progresivamente, según de qué aspecto se trate.
Es interesante señalar que el Ascendente Acuario de Barbault está en resonancia con la dominante Acuario de Choisnard como la dominante Libra de André Barbault lo está con el Ascendente Libra de Choisnard.
Choisnard de alguna manera fue a la vez el padre de la astrología científica y el padre de la astrología moderna. La astrología científica continúa a través de los Gauquelin y los trabajos del RAMS. La astrología moderna lo hace a través de los trabajos de André Barbault.
Aunque la mayoría de los astrólogos no son conscientes, han sido marcados por las innovaciones de Choisnard. El cambio en el modo de representación del tema natal es, pensándolo bien, una innovación de peso. Es interesante de constatar que esta innovación iniciada en Francia por Choisnard fue tomada en otros países europeos: en Alemania, Italia, en España y hasta en Gran Bretaña. También hemos podido convencer a nuestros amigos francófonos de Quebec, aunque todavía no hemos ganado a los americanos para nuestra causa.
Choisnard no deja indiferente. Algunos lo admiraron, otros lo han detestado por considerar su influencia como nefasta. Tenemos por ejemplo lo que dice Volguine en el prefacio del "Traité des révolutions solaires" de Junctin de Florencia: "Si un Paul Choisnard que, queriendo clarificar a la astrología la ha decididamente dirigido por varias décadas sobre una vía de garaje, duda de las profecciones, así como de las direcciones secundarias y algunas otras cosas, un Eugenio Caslant le otorga un lugar de privilegio, estatus que tuvieron entre nuestros predecesores, como lo muestra esta exposición del autor de "Speculum astrologiae".
Sea como sea, hasta los que critican a Choisnard han tomado algunas de sus innovaciones. En el caso de Volguine, tomó el tema con signos iguales.
La astrología actual es una curiosa mezcla de aforismos tradicionales (Nodo, Parte de Fortuna), de correlaciones confirmadas por la estadística (trabajo de los Gauquelin) y de innovaciones de todo tipo (ciclos en astrología mundial, Luna Negra, Quirón). Todavía necesitamos de personalidades como Choisnard para incitarnos a verificar los preceptos tradicionales, a apoyarnos en la astronomía y a probar incesantemente nuevas correlaciones.
Conclusión
A manera de conclusión diré que Choisnard hizo escuela: inició un movimiento de astrología científica y crea un estado de espíritu de modernización de la astrología. No sólo creó la Astrología científica, sino que la volvió autónoma y le cortó sus lazos con el esoterismo. Creó toda una corriente de astrología moderna que centró su interpretación sobre lo esencial (diez planetas, doce signos y doce casas). Para lograrlo fue llevado a modificar el modo de representación del tema. Esta innovación tuvo numerosas repercusiones. Permitió de trazar los aspectos. Permitió de anunciar la regla de que los planetas angulares tienen un papel fundamental. Después de Hervé de Thun, se puede considerar a Choisnard como el "renovador de la astrología en Francia". Y, como somos astrólogos, es interesante de ver que le rendimos homenaje el día mismo de una luna nueva uraniana en Acuario, que se sitúa sobre su conjunción Sol-Júpiter en Acuario.
Yves Lenoble
(1) Paul Choisnard. 13/2/1867. 23h (22h57m12sGMT), en Tours (47N23 0E42). Murió
El 9/2/1930 en Genide-Saintange (45N29 0W34), 23h55m GMT.
Eudes Picard. 13/2/1867, 17h45 (17h22m06s GMT), en Grenoble (45N11 5E43).
Murió el 12/11/1932. (según Jacques de Lescaut, "600 personnalités du Verseau"
Ed.de l´Apotélématique, Bruselas, 1980). NdT.
* Bibliografía
Barbault, André: "Traité pratique d´astrologie". Ed. Le Seuil, 1961
Barbault, André : "Les Astres et l´histoire". Ed.Pauvert, 1967
Brétéché, Dr. "Astrologie psychologique et médicale". Vienne, Martin et Ternet, 1935
Dean Geoffrey y Mather Arthur: "Recent advances in astrology". Astrological Association, 1976.
Flambart, Paul. "L´influence astrale". Chacornac, 1900.
Flambart, Paul. "Preuves et bases de l´astrologie scientifique". Chacornac, 1931.
Flambart, Paul. "L´astrologie et la logique". Chacornac, 1922.
Flambart, Paul. "Le calcul des probabilités appliqué à l´astrologie". Chacornac, 1914.
Choisnard, Paul. "L´influence astrale et les probabilités". Félix Alcan, 1924.
Gauquelin, Michel. "L´influence des astres. Étude critique et expérimentale". Le Dauphin, Paris 1955.
Herbais de Thun, Vicomte. "Synthèse de l´oeuvre de Paul Choisnard". Ed.Demain, 1933-1934.
Holden, J. "A history of horoscopic astrology". AFA, 1996.
Lasson, Léon. "Ceux qui nous guident". Debresse, 1946.
Picard, Eudes. "Astrologie Judiciaire". Leymarié, 1936.
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